Ya ha transcurrido un año y medio desde el inicio de la pandemia. Parece que la quinta ola inicia una fase de estabilización pero entender qué nos ha llevado hasta ella hará que corrijamos errores. El comportamiento del virus sigue siendo el mismo pero a menudo subestimamos las consecuencias de los contagios y minimizamos las medidas. La guerra contra el virus no ha terminado. He aquí los 3 factores clave entender el por qué de este nuevo record
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan en un documento interno al que ha tenido acceso New York Times que, la variante Delta es tan contagiosa como la varicela. La COVID podría estar a “unas pocas mutaciones” de escapar al efecto de las vacunas.
En Estados Unidos el incremento de casos asociados a esta variante ha provocado la vuelta de las mascarillas, dos meses después de dejaran de ser obligatorias.
El buen ritmo de vacunación nos ha dado la falsa creencia de estar protegidos. En muchas ocasiones nos olvidamos de que la vacuna no impide contagiar a otras personas ni tampoco ser contagiados. Lo que si hace es reducir el riesgo de padecer complicaciones más graves. Además las cuarentenas no se cumplen correctamente y hacen que el virus se propague con mucha más rapidez.
El peso del turismo y el ocio en la economía de nuestro país provoca que se tomen medidas menos drásticas. La población susceptible de contagiarse se reúne en el mismo espacio y en un ambiente de incumplimiento de las pocas medidas de seguridad. En definitiva, hemos bajado la guardia frente al virus.